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 La Virgen del Jilguero de Rafael

The Madonna of the Goldfinch by Raphael

Rafael nació en Urbino en 1483. Tuvo una vida feliz y fue amado por todos: por los potentes por los Papas y por las mujeres. Famosa fue su belleza y elegancia, como bello y elegante fue su arte.
Desgraciadamente murió  joven, a solo 36 años, pero permanecerá en la historia como el “Divino”.

El joven pintor se acercó al ambiente florentino a través de su maestro Perugino, en aquel tiempo jefe de un exitoso taller en la capital Toscana. Pero fue gracias a la familia de los Duques de Urbino, quienes escribieron a la República de Florencia para invitar al artista a permanecer en Florencia la cuna del Renacimiento.

En Florencia Rafael, absorbió los logros del arte florentino que en su momento estuvo a la vanguardia en Europa. Fue fuertemente influenciado por la figura de Leonardo.

La influencia del gran Leonardo, es evidente en la estupenda Virgen del Jilguero (Madonna del Cardellino) (1506), obra recientemente restaurada (2008) en manera hábil y sabia. Rafael acepta el enfoque de la impostación de las figuras en manera piramidal, los efectos de luces suaves y el dialogo emocional entre los personajes que eran elementos típicos de la pintura de Leonardo. No obstante esto, son evidentes al mismo tiempo, aquellas que serán las características propias del gran artista de Urbino: la extrema dulzura de los rostros, sobre todo de las Vírgenes, el uso magistral del color, la representación naturalista del paisaje y la profunda intimidad entre las figuras.

Durante su estancia en Florencia, Rafael dibujo otras célebres obras, pero es la Virgen del Jilguero la que representa mejor la estética del gran artista.

La pintura fue gravemente dañada a finales del siglo XVI a causa del colapso del palacio en donde se encontraba. Sufrió graves daños: presentaba cortes largos y profundos que habían desfigurado el panel de madera.

Algunos restauros se realizaron en el curso de los siglos pero ha sido solo el último(realizado en el 2008) a restituir a la obra su esplendor original.

La Virgen del Jilguero regresó para ser amada y admirada como uno de los ejemplos más hermosos de la pintura de Rafael el “Divino”.

La Virgen del Jilguero se encuentra en las nuevas salas rojas, la sala 66 está dedicada a Rafael.